El ácido hipocloroso (también conocido como agua electrolizada) es un compuesto químico que se utiliza en la medicina odontológica para reducir el riesgo de contagio de COVID-19 entre médico y paciente. Además, es eficiente para la desinfección y limpieza de instalaciones odontológicas.
Con el objetivo de eliminar el virus en la cavidad oral y garganta antes de que ingrese a los pulmones, se utiliza el agua electrolizada como complemento de la remoción mecánica mediante el cepillado dental, es decir, como enjuagatorio o gárgaras, ya que el virus busca las células mucosas con receptores ACE2 y estas se concentran mayormente en la cavidad oral. Se recomienda que los pacientes se enjuaguen antes de cualquier tratamiento odontológico con agua electrolizada para disminuir la carga viral.
Además de su uso como enjuague bucal, el ácido hipocloroso también se utiliza en la odontología para blanqueamiento dentales, siendo un ingrediente común en los kits de blanqueamiento dental en casa, ya que ayuda a eliminar las manchas superficiales en los dientes.
El ácido hipocloroso se utiliza también en la remoción de caries y en tratamientos de enfermedades periodontales, ya que ayuda a reducir el número de bacterias que causan la enfermedad.
El ácido hipocloroso es muy recomendado en el tratamiento de heridas, ya que ayuda a reducir la inflamación y promover la cicatrización.
En general, el ácido hipocloroso es una herramienta valiosa en la odontología debido a sus propiedades desinfectantes y anti-inflamatorias, y su capacidad para ayudar a reducir el riesgo de infección y promover la cicatrización, siendo una opción natural, 100% biodegradable y segura incluso si se ingiere accidentalmente.